A veces, puede resultar difícil controlar la abrumadora sensación de estar empantanado por pensamientos intrusivos. Sin embargo, es crucial reconocer que tenemos el poder de elegir si dejamos o no que estos pensamientos dicten nuestro comportamiento. Al reconocer y refutar los patrones de pensamiento inútiles, podemos tomar medidas para evitar que estos pensamientos tomen el control de nosotros. Una forma beneficiosa de vencer los pensamientos preocupantes es practicar la atención plena. Esto implica centrarse en el presente y observar nuestros pensamientos sin emitir juicios. De este modo, podemos comprender mejor nuestros patrones de pensamiento, lo que nos permite desprendernos de los pensamientos que no nos sirven. Además, la atención plena también puede ayudarnos a crear una sensación de serenidad y control cuando nos encontramos en situaciones estresantes. Otra técnica productiva para evitar que los pensamientos ansiosos nos dominen es enfrentarnos a nuestros miedos. Esto podría implicar exponernos gradualmente a situaciones que nos provocan ansiedad y aprender a aceptar los sentimientos incómodos que conllevan. Mediante este proceso, podemos aumentar nuestra resiliencia y desarrollar una sensación de seguridad en nuestra capacidad para afrontar circunstancias difíciles.