Integrar la atención plena en la vida cotidiana

Compártenos

Integrar la atención plena en la existencia cotidiana es una forma poderosa de calmar la inquietud y el malestar. La atención plena implica centrarse en el aquí y el ahora sin juzgar. Al estar atento, puedes observar tus pensamientos y sentimientos y ser consciente de ellos. Esto puede ayudarte a detectar patrones en tu mentalidad y a reconocer los desencadenantes de la angustia y el malestar. Practicar la atención plena de forma constante puede ayudarte a mantener los pies en la tierra y la concentración, incluso en situaciones difíciles. Existen varios métodos para incorporar la atención plena a tu agenda diaria. Una técnica sencilla consiste en reservar unos minutos al día para concentrarte en tu respiración. Siéntate en silencio y observa tu respiración mientras entra y sale de tu cuerpo. También puedes practicar la atención plena mientras realizas tareas rutinarias, como fregar los platos o ducharte. Simplemente presta atención a las sensaciones del jabón y el agua sobre tu piel. La atención plena puede ser especialmente útil para quienes padecen trastorno pánico. El trastorno de pánico es una forma de trastorno de ansiedad caracterizado por ataques de pánico repentinos e intensos. Mediante la práctica de la atención plena, puedes aprender a identificar las sensaciones físicas que acompañan a un ataque de pánico, como la aceleración de los latidos del corazón y la falta de aire. Esto puede ayudar a mantener la calma y la estabilidad durante un ataque, e incluso puede ayudar a prevenir futuros episodios.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *